pero no lograba alcanzarlo.
Le quería hacer recordar,
pero él no escuchaba.
Sin darse cuenta,
tropezó con los recuerdos,
y cayó de cara a la acera.
Pero levantó la cabeza,
pues aún creía en él.
Y entonces,
c
a
y
ó
otra vez.
Pero esta vez no dolió tanto,
Pues cuando ya estas en el suelo,
c
a
e
r,
no duele tanto.
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