sábado, 27 de diciembre de 2014

Aunar

Una biblioteca llena de historia, cuentos, leyendas, recetas, encuestas, dibujos e inventos. Una biblioteca llena de mundos, es decir, de libros.
En una de sus muchas estanterías, se encontraba, como es natural, un libro.
Lo que no era natural, es que ese libro estuviera en blanco.

Los otros libros le preguntaban el porqué de su blancura, y este respondía:
«Nunca me ha gustado mi historia, así que no creo necesario contarla.»

En los encuentros nocturnos entre libros, algunos intentaban prestarle palabras para hacerlo diccionario, otros le prestaban imágenes para volverlo fotolibro, e incluso había algunos que le prestaban páginas enteras, pues pensaban que un libro sin nada que llenara sus páginas, no era libro.
Pero nunca aceptó ninguna de las propuestas de los demás; no quería.

Lo que tienen las bibliotecas, es que las visitan muchos tipos de personas y otros seres. De todas estas visitas, la mayoría que cogía ese libro, lo hacía sin querer. Lo abrían y lo volvían a dejar más o menos como estaba, preguntándose el motivo de la existencia de un libro sin palabras. Por lo demás, no había nadie a quien le llamara la atención un libro del cual jamás habían oído hablar.

Pero siempre hay curiosos que van más allá. 
Un día, una persona cogió aquel libro por curiosidad. Al ver que no tenía nada escrito, empezó a dibujar en las primeras páginas. 
No eran obras de arte, pero contaban.
Todos los días que iba, dibujaba, escribía e incluso pensaba en ese libro, que había pasado a ser su cuaderno. Pero no era la única. 
Muchos curiosos se sumaron a la elaboración de esas páginas llenas de todo, incluso de vacíos. 

Poco a poco, el libro fue colmado de historias de todos los géneros habidos y por haber; fue creándose a partir de vivencias ajenas y cuentos invitados. Sus páginas compartían tanto conocimientos como desconocimientos. 

Y, al final, fue.


sábado, 20 de diciembre de 2014

Posible recompensa

Miró hacia arriba. El cielo lloraba.

¿Por qué lloras, cielo?

Aprovechó para llorar ella también, pero no podía.

¿Por qué no puedes llorar?

Algo en el ojo. Puede que una piedra que impide su escape. Un escape momentáneo.

Lágrimas desaparecidas.


Se buscan.

por favor, si las encuentra, deje que fluyan; aunque no sea por usted.

lunes, 15 de diciembre de 2014

¿Jugamos?

                 y desaparece.
A              y desapare.
Apa         y desapa.
Apare     y desa.
Aparece y des.
Aparece y .

Sombra en la carretera nocturna.

Todo está quieto excepto esa luz.
Esa luz que no deja de moverse.
Hace aparecer y desaparecer todo cuanto puede.

Déjate llevar por esa luz. Aparece.

Déjame ir con esa luz. Desaparezco.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Este es y será.


Mi pueblo es un lugar donde hay personas mayores educadas y sin educar
Analfabetos crecientes y decrecientes.

Sin personas, pero con mucha gente.

 Con pasos hacia atrás.
Con sentimientos contradictorios y gente sin acabar.
 Una cúpula de tiempo, donde si te fijas, todo es tan relativo.

Con meros hechos y sin hacer. 

Donde no se pueden contar historias, pues todo el mundo tiene su versión.

Donde eres tú al salir y te disfrazas al entrar.

Es un pueblo con intención de ciudad, pero un pueblo. 

viernes, 28 de noviembre de 2014

Para pésimos oyentes

Las manos.

Armas de los que buscan y tesoreras de los que encuentran.
Contadoras de vidas y dictadoras de falsos destinos.
Artistas sin lienzo ni pintura. Sin arte que adorar.
Contadoras de oscuras estrellas constantes e immutables. 
Que hablan por cicatrices y callan escondidas.
Nuestros ojos que sienten.

Las manos.

martes, 18 de noviembre de 2014

A este paso...

Colgada de la pared.
Todo el día.


No se estaba mal,
pues veía pasar a totales extraños frente a mí; incluso algunos me hacían fotografías.

Monotonía tranquila. Felicidad sencilla.

Un día, llegó otra pintura.
Tenía unos trazos entremezclados, cautivadores.

Todos se quedaban ensimismados por las emociones producidas al percibir formas escondidas, insinuaciones; incluso las otras obras admiraban su arte.

Admito que me encantaba como obra, era... esplendorosa.

Yo siempre he sido una obra constante, regular
Nunca me había afectado que la gente solo me observara, pues no llamo demasiado la atención.

Pero al aparecer algo innovador, que te sustituye, te ves afectada.

Los trazos se difuminan y tu te vas desgastando, hasta que un día te descuelgan y te llevan al almacén.

Descolgada. Desgastada. Sustituida.
Pintura de trazos perdidos entre palabras que nunca soltó.

domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Qué está pasando?

Llaman. ¿Respondo?

No han dejado de llamar desde que vuelvo a ser yo, y eso me preocupa; pues cada vez aparecen más arañazos por todas partes.

Voy a responder.

              En ese pequeño instante en el que me decido, tengo otro arañazo.

No lo entiendo. 
Solo quiero saber que pasa.
No necesito que cada persona que entre me deje marcado un trozo de mi intento de corazón.

martes, 4 de noviembre de 2014

¿Curiosidades que matan o gatos que huyen?

Al último gato que conocí, no sé si lo mató la curiosidad o
                                                                    se mató él mismo por ésta.

Le gustaba jugar al filo de su séptima vida, mientras los demás maullaban a una falsa Luna gatera.

Nunca se quejó de como malgastaban sus vidas algunos, pero tampoco buscó remedio para aprender a vivir las suyas.

Estaba perdido entre excusas para salir de noche y exigencias de mimos que solo lo arrastraban fuera de aquí; de todo este mundo deshecho y vuelto a hacer.

Por eso, ese día, saltó
Sin lagrimas en los pensamientos, pues ya llovía lo suficiente fuera, como para que lloviera dentro también.
Con la satisfacción de haber vivido tan mal respecto al orden social.

Y con la seguridad de que no le hacía falta volver jamás.

Descubrieron que la curiosidad lo empujó, susurrándole que no había un lugar mejor, pero sí más ameno.
Nadie nunca encontró el lugar donde la curiosidad se llevó al gato... 

Bueno, nadie tuvo tiempo. 

viernes, 24 de octubre de 2014

Solo algunas veces...

A veces,
              llueve sin llover,
lloras sin llorar
                         o ríes sin pensar.

A veces,
los días pueden cambiar,
                                  incluso mejorar,
                        pero si llueves,
                    solo déjate llevar.

Cuando se acaban las ganas,
              cuando el Sol solo ilumina para dejarte ver;
esos días
         Realmente no sé que debes hacer esos días.

Nunca lo he sabido. Puede que mejor así.
      Puede.
O puede que sepa que hacer y no lo haga por temor al cambio
a lo desconocido
a .

Hoy es un día de esos en que llueve sin llover
    y estoy sin estar.
Porqué es un mero hecho, pero está bien si lo piensas.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Un mero hecho

Se                     me                      hace                          raro  VOLVER.

No se donde,
                                        ni a qué;
pero raro.

Y más aún, al descubrir que a los tartamudos les va más deprisa el cerebro y no pueden asimilar todos sus pensamientos. O que mi pulsera de recuerdo solo me recuerda que se ha desgastado en dos días. O que si llueve, puede llegar a llover de todo, incluso árboles.

Imaginaos lo bien que debo haber dormido estos días. 

Bueno, mejor no lo hagáis que es mentira. Últimamente, lo que mejor se me da, es pintar mis camisetas; y estoy orgullosa de como quedan, modestia a parte.

También estoy conforme con las decisiones que no he tomado, con el hecho de ser más y menos, y con el hecho de lo hecho hecho está. Y con mi última frase, o como mínimo el final.

Tengo que decir que los acentos enamoran, y más si están bien puestos. O si te miran con unos ojos verzul. 

Por último, añadir que ahora entiendo más mejor a la gente que se enamora de lugares a los que nunca ha ido, sin saber como son. 

domingo, 7 de septiembre de 2014

Orgullo de oruga

No entendía muy bien lo que estaba pasando. Ni dentro ni fuera.
Nada tenía sentido.   Alguien había decidido por su cuenta echarlo todo a perder, así que cogió y se fue.

Cuando alguien se va de cualquier lado, en algún momento se le echa de menos. Pero por alguna estúpida razón, una oruga no es capaz de decirlo.
      El problema de las orugas es que son muy orgullosas para dejarse tocar por cualquier cosa, y sus oídos son tan pequeños que casi no oyen nada más que sus pensamientos.
Ésta no era una excepción, así que decidió irse por su cuenta, gritando sus problemas propios de un libro de matemáticas y sus teorías filosóficas basadas en el pensamiento de las piedras.

A pesar de lo que muchos puedan pensar, una Luna escucha incluso de día. Por eso a las orugas les gusta subirse a los árboles: para ser escuchadas constantemente.

En este caso, la oruga decidió gritarle a la Luna desde el suelo, pues la echaba de menos, pero no se lo podía decir, pues no sería propio de ella.
Así que la Luna aguantaba gritos constantes sin llegar a ser oída. Con el tiempo sin pausa, ésta Luna decidió tomarse un descanso y se fue.

 La oruga, indignada, se marchó dejando una nube de polvo y odio. Cuando la Luna volvió, allí no había nada más que restos y desprecio.

martes, 19 de agosto de 2014

IX. VIII. MMXIV

Hace demasiado que no escribo.
Que no escribo sobre esos secretos que casi me sé de memoria. 
Pero lo peor es que no he escrito sobre los que he descubierto ahora, o sobre las verdades que he conocido últimamente, o la maravilla de gente que me he (re)encontrado...

Hace demasiado que no me quejaba de que pierdo a gente que consigue perderse sola en sus bolsillos y se olvidan del resto que les esperamos. 

Hace demasiado que no me perdía porque todo el mundo me tenía cogida. Me quedé anclada en unas mañanas de calor con mucho ruido de pies corriendo, junto a un desconocimiento de lo familiar y unas noches de incomoda familiaridad en medio de abrazos, sustos y otras muchas cosas. 

En este ultimo lugar, me encontré. Pero me encontré de verdad. Entre tanto desorden y tanto movimiento, encontré a una Luna que llovía en el falso París. 
Era hermosamente Luna, sonrisa y lluvia. 
Pero no solo me encontré a esa Luna, también encontré un Sol radiantemente lila y florecido, un dragón verde y naranja con gafas al que le gusta cantar y recibir abrazos, un compositor sin problemas para las rimas y risas rápidas, una flor viajera...

jueves, 31 de julio de 2014

Faux Paris

Desde allí arriba lo veía todo; absolutamente todo.
Desde la Luna veía el París de los enamorados, de los que saben bailar, de los que llevan paraguas bajo la lluvia.

Después de observar a esa gente, dió un brinco y bajó sus escaleras de girasol.
Bajó a su falso París, donde la lluvia se cuela en tus zapatos para saludar, donde nunca he aprendido a bailar, donde no hay enamorados.
Pero el falso París no es tan malo como alguno debe pensar, no. Allí se swingea con la gente que te encuentras en tus malos momentos para subirte el ánimo, se besa a desconocidos para recordar las maravillas de conocer a alguien, vas sin rumbo para llegar a tu hogar.


¿Lo veis? Mi falso París gris me es más real que vuestro mundo azul, y eso que el gris se quiere hacer ver como un color aburrido.

sábado, 12 de julio de 2014

Ami-gría

Hoy he conocido a la alegría con patas. Eran dos pequeñas piernecitas que corrían hacia todos lados a la vez.

Dicen que se llama Amina, pero creo que se equivocaron en la transcripción de su nombre.
Puede que quieran esconderla para ellos solo; pensad que hay gente que no puede ser alegre, por eso no la dejaban ir demasiado lejos, por si la perdían.

¿Nunca habéis perdido por momentos, o completamente, alguna cosa?

Yo una vez perdí la capacidad de pensar en los demás como parte de mí, pero mi persita me enseñó la diversión condensada en imagenes y poco a poco recuperé lo perdido.

A veces tenemos que dejar que alguien como Amina con sus piernecitas nos haga reír y sonar a campanillas para poder abrir los ojos que se cerraron.


sábado, 21 de junio de 2014

Típicos tópicos

Los cuentos dicen que los caballeros deben ser valientes,
que los dragones no pueden soñar,
que la Luna está siempre sola,
que un gato no puede v o l a r .

Pero hablemos de la princesa guerra,
del dragón poeta,
de la Luna amante,
del gato de biblioteca.

Todos tienen secretos, pero no los esconden ni los gritan a los cuatro vientos.
Esos secretos se han vuelto sus verdades.


Ahora, a pesar de que en los cuentos dicen que los dragones deben asustar, ser feroces y crueles; los dragones han acabado por saber soñar.

Que los tópicos no deberían ser una pauta;
que deberíamos y deberían enseñar que no hace falta un camino a seguir paso a paso.

Digamos que con estos pies tan grandes y torpes, podemos salir del camino y acabar llegando a nuestra cita con la Luna.

No os dejéis engañar por el: «no os dejéis llevar por los instintos»; puede o no ser vuestra mejor opción.

miércoles, 4 de junio de 2014

Cinética

Bailaban y bailaban. Y no dejaban de bailar.
Entonces cerro los ojos para dar una gran vuelta sobre si misma.
                                            Al abrirlos, ya no bailaba.
Estaba quieta.
Sus pies no se dejaban de mover, pero ella seguía quieta.
Se dejo llevar por sus pies a saber donde.

Pero los pies acaban doliendo de tanto dejarse llevar, así que se opuso a ellos y 
PLUF! 
cayó.
Todos le dijeron que dejara de bailar, que "si caes, quiere decir que no eres suficientemente bueno". 
 Y una multitud, es una multitud.

Así que cogió a su pareja de la mano, y se fueron bailando allí donde las mariposas son eternas y los patos bailan muy bien.

jueves, 1 de mayo de 2014

¿Hacia donde dices que vamos?

Y prometí no jugar con fuego, pues quema la piel.
 Y prometí no jugar con aire, pues erosiona todas las cosas.
  Y prometí no jugar con tierra, pues no es buena para comer.
   Y prometí no jugar con agua, pero eso es demasiado prometer para mí.

Prometí no hacernos daño, pero salió mal.
También prometí ser paciente, y lo soy, pero a mi rimo.

Prometí y prometo tantas cosas, que me siento cobarde al no poder hacerlas en el momento.
   Promesas desaparecidas, perdidas en la memoria.
 Cumplo años y me hago mayor, pero no se si estoy creciendo como persona; no estoy segura.
Siento que no logro cumplir el hecho de hacerme mayor, de hacer todo eso que debo hacer.


Pero bueno, nadie me obligó a prometer, y es eso que dicen:
" A lo hecho, pecho."
 Y creo que de aquí se puede aprender mucho; incluso se puede aprender a querer un poco más, sin obligar a prometer un "siempre", pues yo no es que confíe mucho en ellos. Demasiado fugaces.
No van con nosotros.
No nos van a pillar.

martes, 22 de abril de 2014

Paso a paso, damos un salto

Incerteza.

No lo entiendo.
No entiendo como después de un acto como este, te sientes raro, diferente, mejor.

En cierta manera si que lo entiendo, pues "ya está, no hay más", pero sigue siendo extraño; como si le hubiera cogido cariño.
Y me diréis: "¿Cómo le puedes haber cogido cariño a tu miedo?"

Pues no lo sé. 
No tengo ni la más mínima idea. Puede que sea porque relacionaba el amor con este miedo... Todo puede ser.

Pero hoy, después de ver mi caja de pesadillas y encontrármelo, lo he tirado a la basura.
Así, sin más.
Después he estado a punto de recuperarlo, pero no creo que lo vaya a necesitar más; eso espero.
Espero que las cicatrices dejadas se vuelvan marcas de fuerza, de superación. 
Porque eso es lo que he hecho: 
por fin, lo he superado.

domingo, 13 de abril de 2014

"Recuperar", un verbo perdido.

El cuarto visitante se presentó en un momento inesperado.

Estaba sentado en mi butaca, mirando la lluvia caer por la ventana; cuando de pronto, oí que alguien resbalaba en la entrada de mi casa. Como nadie se dirigió a abrir la puerta, fui yo mismo.
Hacía bastante frío, así que cogí mi bata de encima del respaldo de la butaca y me la puse. Mucho mejor. Cuando llegué a la puerta, noté un viento frío y húmedo en los pies. Fue una sensación extraña, que no se como acabar de describir.

-¿Hay alguien?

Nadie contestaba; pero yo estaba seguro que había oído un golpe muy fuerte.
Reculé por donde había venido; pero de golpe, oí un gemido muy débil, como si algo o alguien estuviera intentando aguantar el dolor. Decidí abrir la puerta.

-¡Señor! ¿Qué hace usted aquí?

-Yo... Perdone.

-Hace muy mal tiempo para que nadie se pasee por aquí. Entre, que aún se resfriará.

Le dejé mi bata, y la criada le trajo un vaso de leche caliente, y lo atendió. Cuando el pobre hombre hubo reposado, fui a hablar con él.

-Ahora que se encuentra mejor, podría usted decirme que hacía en la entrada de mi casa?

-Disculpe. Yo iba paseando bajo la lluvia, un sitio idílico para pensar un cuento; cuando oí una voz dulce proveniente de su jardín. Cuando me dirigía a llamar a la puerta,  resbalé y caí. ¿Usted sabe de quien puede ser la dulce voz que he oído?

-Sintiéndolo mucho, desconozco a que voz se refiere. No hay nadie en mi jardín, y menos bajo esta lluvia.

De pronto, el parecido del visitante cambió.
- ¿No la oye? Es una voz muy suave, como si te acariciara.

-Lo siento, pero debo estar empezando a padecer sordera.

Pero el visitante ya se dirigía hacía mi jardín.

-¡Mírela!¿Verdad que es bonita la Luna? (suspira de alivio). Ya he encontrado a mi cantante, señor. He decidido que a partir de ahora, escribiré solo para ella.

- ¿Y tendría usted la buena voluntad de decirme quien es esa maravillosa cantante?

-¿ Pero no la ve? La Luna es la mejor cantante, la más bella y la más solitaria. Yo le dedicaré todos mis insomnios y mis cuentos, para que se sienta acompañada.

Esa rareza de visitante se adentró en el pequeño conjunto de pinos que tenía en mi jardín; y desapareció.

Durante la mañana siguiente, la criada y yo registramos todo el jardín, pero no encontramos ni rastro de aquel hombre.
Creo que encontró lo que buscaba.



miércoles, 2 de abril de 2014

Seconde maison

La 23:00. Mercredi. Tout le monde dans la maison dort, sauf moi. Aujourd'hui je peux pas.
J'ai tout cela qu'il me faut pour m'endormir: le pyjama, la lumière fermé, mon petit coussin... Mais je peux pas dormir.

Ma valise est presque fini et mon garde-robe est vide.

Peux être cela qui ne me laisse pas m'endormir.
Peux être que j'aime vraiment cette place et je ne veux pas partir.
L'hiver ne me dérange pas du tout, puisque je sais qu'après on a l'été.

Après quelque chose nous attend une autre.

Je sais que je retournerais, mais cela veut dire que je dois partir, et maintenant je ne veux pas. C'est dur.

C'est plus dur partir de ta seconde maison.

domingo, 9 de marzo de 2014

El tiempo perdido y ganado

Estaba muy cansada.
Demasiado viaje, y más difícil en su estado.
La parte buena, es que no estaba sola.

Lo había conocido antes de partir, y habían hecho buenas migas desde el principio.
Después, todo fue a una velocidad tan vertiginosa, que de solo recordarlo, se mareaba.

Los rodeos iniciales, salir a bailar, ir donde quisiera que les llevara el viento...
El bonito principio que todas las películas enseñan, pero desde otra perspectiva.

Rápido.
Esa palabra le parecía pequeña en comparación a la velocidad de su vida.
Una vida efímera para llenar en poco tiempo.
Como cuando te avisan el día antes de que te vas de viaje al día siguiente.
Demasiados días para una sola frase. Poco tiempo.


Ya quedaba poco para llegar y para que los pequeños lo hicieran.

Ese pensamiento hacía que estuviera feliz y triste al mismo tiempo, pues no podría verlos.
La parte más bonita es que los quería con todo lo grande que era su corazón sin haberlos conocido aún.
No era el mismo amor que sentía por él, pero tampoco era comparable. Sentía diferentes tipos de amor.


Cada vez el tiempo corre a más velocidad. Ya casi no le quedaba.

Junto a su grupo, puso los huevos y, junto a su compañero, les deseó lo mejor a sus pequeños.

Dejó de mover las alas esperando que sus hijos las lucieran orgullosos, pues seguro que serían unas alas preciosas; como las de su padre, con colores vivos y chispeantes.

sábado, 22 de febrero de 2014

Evolución de un corazón

Haz un corazón de pompas de jabón.
Ahora, intenta ahogarlo. 
                                      Se escabulle entre las manos. 

Vuelve a hacer el corazón, pero ahora con las dos manos.
Separalas. 

El corazón de pompas de jabón se divide.
Vuelve a juntarlo y a separarlo.
El corazón se hace más pequeño.
Hazlo tantas veces como te apetezca, 
          pero antes de que no quede corazón de pompas de jabón, 
estrujalo.

Se ha hecho muy pequeño,
pero aún es un corazón.

jueves, 13 de febrero de 2014

Bonitos, pero no la especie de pescado, que no me gusta.

Los mofletes rojos.
               Puede que de la emoción del beso o puede que de la vergüenza que siente.

 Porque no lo creeréis, pero es vergonzosa; mucho. Pero no os equivoquéis, es una vergüenza bonita: aparece en los momentos bonitos.

Y claro, tenéis que pensar que ese color tan enamorado junto a unos ojos mar...
A eso se le puede llamar rojar: la combinación de bonitos que he visto hoy.

Pero lo que ha hecho más bonito lo bonito, a sido que estaba feliz. 
Sí, feliz. 
Diréis que me lo invento, y puede que al final sea verdad,
pero yo creo que somos felices, aunque no nos demos cuenta,
aunque luego nos sintamos fatal,
aunque sea efímero...
Lo somos.
Me llamaréis loca, optimista, soñadora... Y luego me echaréis en cara que yo era la que decía que no era feliz. 
Bueno, no creo que lo hagáis, pues creo que nunca he dicho que no fuera feliz.

Pero os lo prometo, era feliz.

viernes, 7 de febrero de 2014

Puestos a perder...

¿Alguna vez habéis perdido las ganas de ganar? ¿O la capacidad de ver la nariz del oso polar en una tormenta de nieve? ¿O el instante en el que te das cuenta que no solo la lluvia cae y no se levanta, que también lo hacen las hojas?
Son instantes tan microscopicos que ni con el mas avanzado aparejo de observar cosas pequeñas los llegamos a ver.

Como ese momento en el que se que voy a perder(me) otra vez. Y eso contando que me gustan los empates; al menos los que tengo con cierto tipo de juego.
Bueno, que tampoco puedo llamarlo juego, porque no nos jugamos nada, que entonces si que perdería del todo.
Tampoco lo perdería todo, pues estoy casi segura que mi nariz no tiene piernas y que, de momento, mi cabeza sigue siendo en parte mía.
Ves, eso si que lo he perdido: la cabeza.
La perdí esperando, pues ella se fue a buscar unas galletas en el armario de la cocina, y tardo casi tres meses en acordarse de volver. Después, vio unos labios rosados como las rosas, y se enamoro tanto que tuve que decirle que el lobo vendría a buscarla si no paraba de darle tantas vueltas. Ahora siempre lleva una pieza de ropa roja para que el lobo la encuentre. Menuda cabeza la mía.

viernes, 24 de enero de 2014

Mirate

Un gato blanco.
Un gato blanco con ojos grandes.
Un gato blanco con ojos grandes y negros.

Un gato que araña.
Un gato que araña y muerde.

Un gato que hace daño.
Un gato que hace daño sin querer.

Un gato que se mira.
Un gato que se mira al espejo.
Un gato que se mira al espejo y ve una persona.