jueves, 13 de agosto de 2015

Dicen que

Y tenía luz. Y cortaba.


He oído decir que la gente que se siente pequeña es la que tiene una bola de luz dentro. Algo enorme. Una galaxia escondida, que ni siquiera ellos pueden ver.
Dicen que la gente rota corta mucho; que mejor no acercarse, que acaba doliendo siempre.
Muchos dicen que nadie es igual, que todos tenemos ese algo que nos hace más nosotros, más nuestros.
Se dice que escuchamos canciones tristes porque nos sentimos así. Le dan una visión negativa a algo que, a veces, no es malo.

Y yo digo,
                ¿y qué más da si a mí las personas rotas me parecen preciosas?
           ¿y qué más da si las que no lo están también lo son?
                    ¿qué puedo decir yo que os haga pensar que yo también corto?
aunque no quiera   
¿o que no lo hago?                      
¿qué más da si lo hacemos? 
                                              tenemos que aprender a curar
¿y qué más da si yo he venido aquí a aprender? 
da igual si es llorando y riendo a la vez, ayudando, dejándome ayudar, gritando y cantando

¿Qué más da?

La gente que tiene luz, no lo ve.
La gente que corta, puede curar.
La gente igual, nunca se parece.
Escuchar música triste es genial.

Y puede que no tenga razón,                           o sí
Y puede que me equivoque más de lo que creo                               o no

Todo es posible, por eso soy.
Para descubrir a gente que se tiene que descubrir, para escuchar a gente que no ha aprendido a hablar, para hablar con gente que aprende a escuchar.

Para y por.


Atentamente,

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