miércoles, 30 de enero de 2013

La única cara de mi moneda

No soy una persona perfecta; 
y no me arrepiento de casi ninguna de mis decisiones. 
Pero ahora empiezo aprender, y no quería hacerte daño.

Perdón por haberte hecho daño;
 ahora tendré que vivir con ese peso en la consciencia. 
Y todo el dolor que te hago sentir, 
me gustaría poder quitártelo de encima;
 y ser la que te saque una sonrisa.

Por eso, antes de irme, 
quiero que sepas
 que he encontrado una razón
 para cambiar quien solía ser y empezar de nuevo;
para mostrar un lado de mí que no conocías;
para hacer todo lo que hago...





Esa razón eres tú. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario