jueves, 28 de marzo de 2013

Doble L: Levantate y lucha

Hay días en los que desearía no haberte preguntado jamas quien te gustaba. Ni haberte dicho que tu a mi me encantabas.
Si esa noche no te lo hubiera preguntado, puede que ahora estuviéramos hablando, o puede que no lo estuviéramos haciendo. Nadie lo sabe. Puede que las ganas de hablar contigo me comieran por dentro,  o puede que estuviera tan tranquila, pensando en otra persona. No se puede comprobar.
Hay días que desapareces de mi vida, como si nunca hubieras saludado tan enigmáticamente esa vez. Ahora seguramente no estaría escribiendo esto. Puede que ni me hubiera fijado en ti, o puede que si, y no te hablara. Todo podía haber sido.
Pero en esos casos, no me hubiera provocado tanto dolor.
Yo recibo mejor los golpes sin querer, estoy preparada, y no me hacen tanto daño. Pero nunca se me a dado bien recibir los puñetazos después de un abrazo; nunca. Así que no te extrañe que caiga rendida y sin ganas de levantarme a luchar.
Tampoco se me da bien luchar contra una persona a la que he apreciado tanto, así que bajaré los puños y me dejare pegar, y vencer.
En estos combates siempre pierdo.


Pero estoy cansada.
Cansada de que tu, haciendo trampas, me hayas podido machacar, y ahora vengas con una mano en la espalda escondiendo algo, y con la otra tendida para "ayudarme".

No, gracias. He aprendido a levantarme sola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario