martes, 18 de junio de 2013

Carta a mi querida Dulcinea

Adiós Dulcinea.

He decidido partir de tu lado al fin y así dejar que te vuelvas a enamorar;
 pues se que por mucho que lo intente, no soy un príncipe azul.
He logrado entender que no volveré a dormir contigo y a soñar juntos.
Sé que por mucho que necesites a alguien, ese alguien ya no soy yo.
Me voy sin darte demasiado tiempo para que te despidas, pues acabaría quedándome.
En ese sentido soy muy débil. 
Bueno; en casi todo soy débil. No pude mantenerte a mi lado y demostrarte todo lo que significas para mí.

Ahora me marcho hacía el Olvido de tu querida mente, donde permaneceré hasta que un día, 
mi querida Dulcinea, decidas despertarme y dejarme marchar. 
Por el camino tropezaré y caeré; y puede que al final, me encuentre y no me vaya al Olvido, si no, que me vaya de tu vida. En mi camino de incerteza, todo puede ser. 

Un abrazo sincero y con amor,

yo.

2 comentarios:

  1. navegando en internet me tope con tu blog y me ha encantado tu escrito...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchas gracias por pasarte por aquí y dejar una pequeña parte de ti. Hasta otra.

      Eliminar