jueves, 8 de agosto de 2019

Confesión. 7/8

No me gusta estar sola por la noche.
Perdón, corrijo: no me gusta estar sola ésta noche.
No me gusta porque tengo miedo.
Miedo a la oscuridad vacía que se me come y consume, llevándome a la nada más absoluta, dejándome sin gritos ni súplicas, sola ante la negra inmensidad.

En menos de un año, se han ido tantas, pero tantas personas de nuestro alrededor... Y todas con dolor, sin las ganas de irse. Es por eso que me tengo que confesar que tengo miedo a esta inmensa nada que nos espera después de la muerte; tanto, que espero que no exista, que alguna de las religiones o creencias tenga razón y vayamos a algún lado.

Por favor, no quiero que mi tío no sepa que su hijo es padre y parece muy feliz cuando la coge en brazos; no quiero que la tía y el tío estén sin saber que volverán a ser abuelos y que intentaremos vernos más con los de lejos; no quiero que Eva tenga miedo. En definitiva, no quiero que no estén, es por eso que tengo miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario